El hecho de plantearnos una filosofía de vida donde el positivismo y la mente optimista lideren nuestro día a día, se ha comprobado que además de ser vital para nuestro estado anímico, genera miles de beneficios.

Aunque podemos enumerar múltiples casos (incluso en el padecimiento de enfermedades graves, donde ha vencido el optimismo y el ser positivo a cualquier otro tipo de diagnóstico) cabe resaltar que en ningún momento contradice el hecho de ser realista ante las situaciones, sino más bien tiene que ver con el enfoque que se le da a la vida y la capacidad resolutiva en cuanto a la toma de decisiones que proponen y ejecutan.

Destacaremos que por supuesto es beneficioso para tu salud, el rendimiento laboral, deportivo y facilita en gran medida tus relaciones sociales y personales.

Si hablamos del tema laboral, está demostrado que en entornos de trabajo donde se respira positivismo y buen ambiente tanto el rendimiento como los resultados no son comparables con entornos laborales negativos.

Esto viene muchas veces condicionado por el grado de preparación de los gerentes (Líder vs Jefe) y de si el enfoque hacia los trabajadores es de mentalidad de equipo para desarrollar nuevas metodologías de trabajo donde colabora todo el mundo porque todos los trabajadores sean importantes o no, se basan en soy el jefe utilizando metodologías ancladas en lo obsoleto y el clasismo que no aceptan ideas de nadie y en donde se ejecuta lo que ya viene impuesto, sin aceptar cambios ni aportaciones de ningún tipo, llegando a metodologías totalmente contraproducentes para un buen clima laboral y un negocio de éxito.

Si nos fijamos bien en líderes, personas a las que admiramos, todos suelen tener en común lo mismo:

-Transparencia
-Positivismo innato
-Gratitud
-Lealtad
-Saben tomar decisiones bajo presión (sin perder la sonrisa)
-Perseverancia
-Humildad y honestidad

Todo ello hace que los admiremos más, ya que utilizan siempre su liderazgo en beneficio de los demás y de lo que es justo no de ellos mismos, además de que saben ver y potenciar lo bueno de cada persona.
Por último, a modo de comentario, este tipo de personas tienen los mismos o más problemas que el resto, lo único que cambia es la forma en que los somatizan y resuelven.

Vamos a intentar ser más positivos con todo lo que acontece e intentar siempre sacar la parte buena de todo lo que nos sucede, a nosotros y a nuestro entorno. Hagamos ese esfuerzo. Hay que intentarlo. Trata ser cada día mejor persona y seguro que te sentirás más feliz contigo y con quienes te rodean.

Por tanto siempre, buscaremos entornos positivos con esta mentalidad a la hora de relacionarnos que no estén constantemente trasladándonos negatividad (personas tóxicas) ya que eso también influirá en nuestro estado de ánimo y nuestra forma de relacionarnos y de ver el mundo.

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