Para un servidor entrar en un local gastronómico y escuchar de fondo al Rey del Sol, Luis Miguel, ya es lo más.

Y en el caso del restaurante La Mamona se une la calidad de uno, desde ya, de mis templos gastronómicos mexicanos favoritos.

Bajo un diseño y decoración muy acertada y nada agobiante, se puede disfrutar de lo mejor de la cocina mexicana junto a variedades propias de la casa que son a cual mejor.

Suele pasar que cuando las vivencias y conclusiones son negativas en muchos aspectos, las referencias se hacen patentes a unos niveles increíbles. Por el contrario, cuando todo es positivo, como que se tiende a no hacer referencias de ello con tanta intensidad.

Pues yo me niego, y más en este caso. Comencemos.

La presentación de los platos ante una carta extensa de tapas y platos es excelente cuidando al máximo todos los detalles.

La calidad y variedad hacen que te atrapen todos los platos, independientemente de tus preferencias, por la carne, el pescado, más menos picante, lo tradicional, el postre…

Para finalizar, ojo, durante la comida o para concluir la experiencia gastronómica, no dejes de pedir y degustar la amplia y exquisita variedad de cocteles.

Otro apartado a destacar y no menos importante esta en el servicio de sala. Amables, atentos y muy profesionales.

Sin más y la verdad, aunque podría seguir escribiendo sobre La Mamona, y todo en positivo, lo mejor es que os paséis y disfrutéis de lo mejor de México.