Beatriz García Contreras. La pechuga de pavo es uno de los alimentos más recurrentes en la lista de la compra ya que es un producto muy versátil a la hora de realizar el desayuno, merienda e incluso la cena. Sin embargo, también se trata de un producto procesado que, como señala la diplomada en magisterio, con grado superior de dietista y nutricionista, Montse Maruny, “No es la forma más saludable de obtener proteínas de buena calidad, pero es una opción económica y práctica”.
La clave está en conocer qué contiene
Estos embutidos son muy populares debido a la gran cantidad de proteínas que aportan a nuestro organismo y al bajo contenido de grasa (3-5%) que ciertos de ellos poseen. “Sin embargo, algunas marcas contienen mucho sodio, nitritos o nitratos y rellenos con féculas o soya que pueden resultar no ser tan saludables si se consumen con frecuencia”, admite Maruny.
Los nitritos o nitratos son añadidos a estos productos en su fase de curado para que aporten color, sabor, textura y ayuden a conservarlo durante mucho más tiempo. “La mala noticia es que estos aditivos pueden generar compuestos llamados nitrosaminas que se ha visto que pueden aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Ojo, el veneno está en la dosis”, añade.
Asimismo, algunas marcas también agregan carragenina, fécula y soya, sustancias que ayudan a “rellenar” el producto, “por lo que necesitarán menos carne (les sale más barato) y, por tanto, aportarán menos proteína”.
¿Qué debo considerar para elegir una marca?
Para elegir una buena pechuga de pavo hay que fijarse en el etiquetado del producto que vayamos a comprar. En él vendrán detallados de mayor a menor cantidad los ingredientes utilizados para su producción. “Evita los diferentes aditivos que se incorporan al producto (fijadores de color, carragenina, etc…) ya que existe relación entre el consumo frecuente de estos ingredientes y el desarrollo de ciertas enfermedades”, señala la experta.
Entonces, ¿Cuál es el mejor pavo?
Si necesitas incorporar sí o sí en tu dieta la pechuga de pavo como embutido, “intenta buscar marcas que contengan un mínimo de 85-90% de carne de pavo o pollo y que sean bajas en sal”. Sin embargo, si quieres consumir pavo 100%, la mejor opción es comprarlo crudo y cocinarlo a la plancha o al vapor. “Lo podéis cocinar y guardar en la nevera para toda la semana. Le añadís algunas hierbas o aderezos saludables y seguro, seguro, coméis pavo 100%”, admite finalmente la nutricionista.
Foto de portada y texto: Perfil en Instagram de Montse Maruny: @soul.fit7
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