El verano está relacionado con bebidas refrescantes que nos ayudan a calmar el calor sofocante: limonadas, refrescos, e incluso vinos blancos. Pero son muy pocos los que se atreven a darle un golpe de frescor a sus tintos para acompañar sus comidas y cenas estivales.
Más allá de la típica sangría o el mix de tinto de verano, existe la posibilidad de refrescar un vino tinto. De hecho, desde Barcolobo recomendamos tomar nuestro caldo La Rinconada con un toque de frío, exactamente entre 12 y 14ºC. ¿Por qué? Porque así se potencian mejor todos sus aromas y es más agradable en verano.
Este tempranillo 100%, con crianza en barricas de roble francés y americano durante cuatro meses, presenta un color rojo cereza, limpio y brillante. Entre sus aromas, resaltan toques a frutos rojos, lácteos y cacao. En boca, se podría decir que es un caldo de buen volumen, fresco y sabroso.
Es ideal para acompañar un buen guiso. Pero esta opción queda reservada para los menús de invierno.
En verano, el vino La Rinconada marida perfectamente con embutidos, carnes, carpaccios y, debido a su toque lácteos, con quesos semicurados. Es vino joven, de corte moderno, según Inma Ollero, la comercial de la bodega Barcolobo, recuerda un poco al ‘petit-suisse’, por las notas lácteas y “esa fresita”.
Sé original, atrévete a experimentar con los vinos. No sólo con tus maridajes, sino también con la temperatura a la que tomarlo. Y recuerda, un tinto también se puede servir frío. Y como ejemplo para este verano, La Rinconada.
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