Gastronomía

Septiembre: temporada de la miel de encina, la última que se cosecha

María Fernández-Salvador, fundadora de la marca de productos gourmet Loma de la ermita, nos desvela todos los secretos de este producto saludable y muy especial

La última cosecha de miel del año, en septiembre, la protagoniza la miel de encina.

Propia de los bosques mediterráneos en los que reina la encina, el roble, el castaño, el pino y otros arbustos, recibe también el nombre de mielato de encina, rocío de miel o miel de mielada. Frente a la popular miel de flores que las abejas producen, este producto lo elaboran a partir del néctar que se encuentra en la savia de los árboles. El resultado es un manjar que conquista a aquellos que no son grandes amantes de la miel más tradicional y con un sabor fuerte, un color oscuro y una textura más densa.

Septiembre: temporada de la miel de encina, la última que se cosecha - Gastronomía y Moda

«La miel de encina es una variedad conocida por pocos privilegiados debido a su escasez y a su dependencia climática. De color oscuro (casi negro), y reflejos verdosos o rojizos, cuenta con un sabor bastante fuerte. El hierro es uno de los elementos naturales de esta miel, y es el que le da su tonalidad oscura”. Lo explica María Fernández-Salvador, fundadora de la marca de productos gourmet Loma de la ermita y una experta en la materia porque la firma cosecha su propia miel de encina, que ha conseguido exportar a países de toda la Unión Europea . “Este producto natural tiene muy diversos usos, pero lo habitual es que sirva como edulcorante natural, para suavizar la acidez del tomate y el sabor de la carne, para clarificar vinos y zumos, para congelar frutas y helados o para potenciar el sabor de los lácteos», indica.

La miel de encina es un producto con grandes propiedades que nace en algunas de las sierras y dehesas españolas históricas. Conocido por sus propiedades bactericidas, es un aliado orgánico para proteger el organismo. Destacan sus poderes antioxidantes, consecuencia de su alta concentración en polifenoles, por lo que puede prevenir enfermedades y procesos neurodegenerativos. A ello se debe sumar sus cualidades digestivas, astringentes y balsámicas.

Para Loma de la ermita, el producto debe nacer de la tierra y su proceso ha e ser altamente respetuoso: “En nuestro caso, la miel de aguacate que empleamos se obtiene exclusivamente de nuestras abejas. Mantenemos un proceso de obtención tradicional, en el que solo participan el apicultor y centrifugadoras manuales”. Un método para preservar la mayor calidad de este manjar.

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