El tónico facial es el gran desconocido del mundo de la cosmética y, sin embargo, es el mejor aliado (y la verdadera clave) para tener una piel de diez. Está en el medio, como el jueves, justo entre la fase de limpieza y la hidratación. Eso hace que muchas personas prescindan de esta etapa en su rutina facial diaria, relegándolo al ostracismo beauty. Todo un error (y de los grandes).
El aspecto de nuestro rostro está condicionado por infinidad de factores. Sobre algunos podemos decidir nosotros, sin embargo, otros se escapan por completo a nuestro control. Las horas de sueño, el estrés, la contaminación o la alimentación afectan directamente al estado de nuestro rostro. Por ello, cuidarlo al máximo es la mejor manera de luchar contra todas aquellas variables que van en detrimento de nuestro buen aspecto cutáneo. Y desde luego que saltarse una de las fases fundamentales de toda skin routine que se precie es un error garrafal.
¿En un mundo de dobles limpieza coreanas y en el que nos lavamos el pelo en tres fases no creéis que podemos sacar un ratito para el tónico? Para demostrarlo, os traemos el qué, porqué, cuándo, cómo y cuál de este cosmético olvidado.
¿Qué es el tónico facial y por qué hay que usarlo?
El tónico facial es un producto cosmético que ayuda a restablecer el pH de la piel tras la limpieza facial, además de eliminar el exceso de sebo e impurezas y cerrar los poros. De esta manera, la piel se refresca y mejora su aspecto, quedando preparada para cuidados posteriores haciendo que se absorban mejor.
Se trata, por tanto, de una fase intermedia entre la limpieza, que termina de rematar eliminando impurezas, y la hidratación o posteriores tratamientos, que potencia para conseguir mejores efectos.
¿Por qué debemos utilizar un tónico facial? Entre los beneficios del tónico facial (y motivos para usarlos) hay que destacar que equilibra el pH de la piel después de la limpieza protegiendo el equilibrio de la piel, refuerza la barrera cutánea, elimina impurezas y reduce la producción de sebo, rehidrata, aporta luminosidad y mejora la eficacia de los tratamientos posteriores.
¿Cuándo?
Se trata de un paso intermedio entre la limpieza y los tratamientos posteriores. En este sentido, estamos ante un segundo paso de nuestra rutina diaria. En caso de incluir un paso de exfoliación (una o dos veces por semana después de la limpieza), el tónico que aplicaría después de dicha exfoliación y antes del resto de tratamientos.
No hay que perder de vista que muchos ingredientes penetran mejor cuando la piel está húmeda, por ello aplicar el tónico facial justo después de la limpieza potencia sus efectos y mejora la eficacia de los tratamientos posteriores. Por tanto, se aplica después de la limpieza mañana y noche y a diario.
¿Cómo?
Las que más saben de cosmética (después de los expertos) son las coreanas. Y ellas se lo aplican directamente con las manos limpias sobre el rostro. No obstante, también pueden aplicarse con un disco de algodón o muselina o con un dosificador en spray.
¿Cuál?
Existen tónicos hidratantes, calmantes para pieles sensibles, astringentes para pieles grasas, energizantes, exfoliantes, purificantes, anti-manchas, para piel grasa o con acné, para piel mixta, para piel seca, etc. La lista es interminable. Es más, podríamos decir que prácticamente hay un tipo de tónico para cada tipo de piel. Sin embargo, hay una firma cosmética española que tiene el tónico perfecto para todo tipo de pieles.
Ambia Cosmetics es la marca de belleza ‘made in Spain’ y con sensibilidad global que, con ayuda de la ciencia y de los ingredientes naturales, cuida de tu piel para hacer de la rutina facial una experiencia cada día. Su tónico pH Balancing Lotion Treatment va a convertirse en todo un imprescindible en tu neceser.
Elimina cualquier rastro de suciedad e impurezas, liberando el tejido obstruido y mejorando la textura de la piel, a la par que la revitaliza, hidrata y equilibra. ¿Lo mejor? Está indicada para todo tipo de pieles.
En su composición destacan ingredientes como la bardana, que tiene propiedades depurativas y astringentes y retrasa el envejecimiento de la piel; el enebro, que contiene más de 70 componentes naturales, como aceite esencial, ácidos orgánicos y resinas con acción humectante, astringente, antioxidante y protectora; árbol de té, antibacteriano, fungicida y cicatrizante; extracto de cebolla, purificante, calmante y antioxidante; salvia, que evita la oxidación de la piel y la protege de los efectos nocivos de factores externos; hamamelis, purificante, calmante, revitalizante e iluminador; y ácido glicólico, que ayuda a eliminar las impurezas de la piel, mejorar la hidratación y favorece la producción de colágeno.
Si el tónico era ese paso que te saltabas en la rutina porque creías innecesario, piénsatelo otra vez. ¿Preparado para empezar a utilizar este elixir? Si quieres una piel perfecta, es el camino más fácil.
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