G&M (Instagram: @gastronomia_y_moda). Con motivo de la llegada del mes rosa, LELO visibiliza la realidad de los pacientes oncológicos y explora, junto a la sexóloga Valérie Tasso, cómo viven su sexualidad y cómo esta puede ayudar a reconectar con su cuerpo
El cáncer es una de las batallas más difíciles a las que cualquier persona puede enfrentarse, pero incluso en medio de un diagnóstico oncológico, podemos encontrar momentos y oportunidades para sentirnos mejor.
En el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, exploramos cómo los pacientes en tratamiento pueden mantener una vida sexual activa y favorecer su bienestar personal, abordando los desafíos físicos, psicológicos y emocionales que conlleva la enfermedad, y brindamos esperanza a quienes buscan reconectar con su cuerpo y su deseo sexual. Para profundizar en estos temas, desde LELO hemos hablado con Valérie Tasso, escritora, sexóloga y embajadora de la marca, quien comparte su visión experta.
El impacto del cáncer en la vida sexual
“El diagnóstico de cáncer, especialmente en los primeros momentos, puede generar una caída abrupta del deseo sexual”, comenta Valérie Tasso. El paciente debe centrarse en una cuestión que apenas deja espacio para el desarrollo de su libido. Pero esto no significa que ese deseo se mantenga alicaído durante todo el proceso. “A lo largo de la enfermedad y el tratamiento, pueden surgir subidas inexplicables del deseo y cambios en la forma en que se vive la sexualidad.”
La sexualidad, como explica Valérie, está íntimamente conectada con nuestra existencia. “La persona ‘es’ su vida sexual. Cualquier problemática que afecte su sexualidad, le afecta en su propia existencia y viceversa”. El proceso oncológico, con todos sus retos físicos y emocionales, puede alterar profundamente la relación con el propio cuerpo y con los demás. “Hay que entender que una persona se enfrenta a preguntas fundamentales: ¿quién soy en este cuerpo con el que no acabo de congeniar?, y ¿quién soy ahora en relación con los demás?”, nos plantea la experta.
Reconectando con el cuerpo y la pareja
El cáncer y sus tratamientos suponen una carga tanto física como emocional. Las cirugías invasivas, como la mastectomía o la histerectomía, sumadas a los efectos secundarios de la quimioterapia, pueden dificultar la reconexión con el cuerpo. “El paciente se siente confrontado con un nuevo cuerpo, en el que puede costar reconocerse”, señala Valérie. “Asumir las secuelas corporales y enfrentarse a la sensación de sentirse menos atractiva o menos querida es uno de los grandes retos.”
Este impacto no solo afecta la autoimagen, sino también la relación con la pareja. Aquí es donde la comunicación juega un papel esencial. “Sentirse comprendida por la persona amada, saber que puede ‘leerme’, es un pilar fundamental para afrontar la crisis”, comenta la sexóloga. “La pareja debe intentar comprender cómo la enfermedad afecta a la sexualidad del paciente, y muchas veces esto solo puede hacerse a través de la sensibilidad, no de las palabras.”
Reconectar con la propia sexualidad es un proceso lento y complejo, pero posible. “Es importante atender, sin prisa ni presiones, a las particularidades del nuevo cuerpo que se nos presenta para llegar a entenderlo y, con ello, entendernos a nosotras mismas”, anima Valérie. Las terapias sexológicas pueden ser de gran ayuda en este proceso de reconciliación con el propio cuerpo y el deseo.
‘Tips’ para mantener el deseo
“No existe un consejo infalible, cada ser humano es único y cada pareja es un universo en sí mismo. Pero si la sexualidad se abandona, se abandona al propio paciente. La satisfacción y la armonía de una persona pasan por que su sexualidad sea satisfactoria y conciliada con sus expectativas”, asegura Valérie. Sin embargo, lo esencial es no abandonar esta parte tan importante de la vida. “.
Valérie recuerda que buscar ayuda profesional para trabajar en la vida sexual no debe verse como una presión adicional. “Requerir ayuda de un terapeuta sexológico es tan natural como acudir al oncólogo para luchar contra la enfermedad. Afrontar este proceso es un acto heroico, pero se puede conseguir.”
LELO pretende hacer un recordatorio de que, a pesar de los retos del cáncer, la sexualidad no tiene por qué ser una pérdida. La vida íntima puede adaptarse, transformarse y seguir siendo una fuente de bienestar, siempre con respeto hacia los tiempos y las necesidades individuales de cada persona. Como concluye Valérie Tasso, “La sexualidad es parte de nuestra identidad y, aunque cambiemos, no debemos dejar de lado esa parte tan vital de quienes somos”.
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