Publica tu contenido en gastronomía y moda

Montse Maruny Deulofeu (IG: @soul.fit7). Como siempre digo, las personas somos un todo y como tal, las emociones influyen de manera sorprendente en todos los aspectos de nuestra vida, y uno de ellos es el que atañe a la alimentación. Por eso hay momentos en los que nuestro estado de ánimo nos lleva a abusar de alimentos con alto contenido en azúcares o en grasas. Este fenómeno tiene el nombre de alimentación emocional o hambre emocional.

Alimentación y emociones

Esta relación entre alimentación y emociones es lo que permite discernir entre una necesidad biológica y emocional a la hora de comer. La primera viene determinada por la necesidad de comer para saciar el hambre y mantenernos vivos; la segunda se manifiesta por el deseo imperioso de comer como consecuencia de nuestro estado de ánimo o emoción del momento.

En este segundo caso, el sentimiento de vacío o malestar que sentimos lo calmamos con un atracón de comida, sobre todo rica en grasas; otras personas buscan alimentos dulces (chocolate, galletas, helado); incluso las hay que sienten que tienen que estar constantemente comiendo para calmar su desazón o como me gusta llamarlo a mi, su insatisfecho Monstruo de la Gula.

Si esto ya de por sí es un gran problema, las consecuencias de este exceso por la comida emocional son también importantes. La depresión, el sentimiento de tristeza y la sensación de estrés o ansiedad que sufren son calmadas con comida, lo cual, lejos de suplir este vacío, genera un mayor sentimiento de culpa y remordimiento, que, a su vez, causa más depresión y ansiedad, lo que motiva que vuelvan a comer. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Vamos diferenciar en primer lugar los dos tipos de hambre para después poder ponerlos en el punto de mira:

Hambre física

Surge ante la necesidad de nuestro organismo de adquirir alimentos para su nutrición. Podríamos decir que este tipo de hambre se caracteriza por los siguientes rasgos:

Comienza gradualmente
Comes casi cualquier cosa que mitigue el hambre
Se puede posponer el alimento
Dejas de comer cuando estas lleno
No hay sentimientos de culpa

Hambre emocional

Surge a nivel mental sin que necesitemos en esos momentos nutrición alguna. Por su parte,la comida emocional o hambre emocional se caracteriza de lo siguiente:

Comienza repentinamente.
Comes alimentos específicos.
Necesita satisfacción inmediata.
Sigues comiendo aun estando lleno.
Hay sentimientos de culpa.

11 superalimentos para superar el confinamiento con éxito #yomequedoencasa - Gastronomía y Moda

¿Cómo saber si padezco hambre emocional?

El primer paso para saber qué hambre predomina en tu vida es observándote.

¿Cómo dejar atrás la alimentación o hambre emocional?

Realiza ejercicio regularmente:  Dar paseos, realizar algún tipo de ejercicio físico, o practicar disciplinas de relajación como el yoga y el pilates pueden ayudar a calmar nuestro estado de ansiedad sin que tengamos que recurrir a la comida.

Busca nuevos hobbies o aficiones:  Si nos gusta leer o escribir, podemos apuntarnos a grupos de escritura y expresar cómo son nuestras emociones en papel; si sentimos pasión por el arte, podemos encauzar nuestro malestar anímico a través del dibujo o la pintura.

Socializa más: Por mucho que nos apetezca estar solos en determinados momentos, la compañía de otras personas nos ayuda a calmar el deseo incontrolado de comer en exceso. De ahí que sea importante que busquemos actividades y entretenimientos que tengamos que realizar en grupo.

Claves importantes que debes saber ante la alimentación emocional o el hambre emocional - Gastronomía y Moda

Controla tu estrés: Como ya he mencionado anteriormente, el estrés es una de las causas más comunes para acabar siendo un comedor emocional. De esta forma es vital intentar remediar esta situación intentando establecer algún hábito que apacigüe la fuente del estrés. Te propongo la meditación y otras técnicas de relajación ya que son la salvación de nuestro ritmo de vida actual.

Nútrete con comida saciante: alimentos ricos en proteína, fibra y minerales.

Si los pones en práctica seguro que cada día estás más cerca de conseguirlo. Recuerda que nuestro Monstruo de la Gula únicamente quiere ser mirado para arreglar conflictos internos: No puedes curar, lo que no te permites sentir.

Publicaciones relacionadas: Maruny – Gastronomía y Moda.

Fotografía de portada: Montse Maruny Deulofeu.

Comments are closed.